
Línea de producción para la calibración de chasis de televisión (tablillas de circuitos). La pantalla de la computadora muestra el eslogan “Clase mundial es mi meta” cada vez que la trabajadora hace un ajuste a la pieza. De acuerdo a su supervisor, en Estados Unidos tal operación se pagaba a 30 dólares la hora; en Ciudad Juárez la obrera recibe una fracción de tal cantidad por turno. Ciudad Juárez, RCA-Thomson, 1998. Foto: Julián Cardona.
Ponencia de Julián Cardona presentada en la Mesa 22 del XXV Congreso de Literatura Mexicana Contemporánea efectuado en UTEP el 6 de marzo de 2020.
COMENZARÉ CITANDO A David Lauer: Juárez: The Laboratory of our Future es un libro que nació muerto para México. MI COMENTARIO: esto no sólo es cierto para las élites políticas y económicas; no se encuentra un solo ejemplar en las bibliotecas de Ciudad Juárez y desde su publicación jamás ha sido sujeto de debate en ningún evento público organizado por miembros de la intelectualidad, las artes o el activismo juarenses.
¿Qué ha ocurrido en el mundo a 25 años de Nada que ver (febrero 25, 1995), la exhibición fotográfica precursora de nuestro libro? Y en éstas más de dos décadas, ¿qué sucesos guardan un vínculo íntimo con la tesis central de Juárez: The Laboratory of our Future?
Vio luz a siete años de la disolución de la Unión Soviética, en un tiempo en que se sentenciaba el fin de la historia y el advenimiento de una era dorada para la humanidad. Retrató los efectos sociales que presentaba una zona donde se instaló precozmente el libre comercio. Juárez se había adelantado al futuro tres décadas: el incremento de la desigualdad producto de los bajos salarios, con la consecuente expansión del mercado del crimen, el subsidio obligatorio a hombros de los ciudadanos para infraestructura citadina en favor de la industria maquiladora, a costa de infraestructura social. Y la migración interna que le sumaba cada año 50 mil nuevos habitantes.
En conjunto, estos factores representan, en un sentido más amplio, la erosión del Estado nación, a través de ésta particular cesión del poder del Estado en función de los intereses de las transnacionales, principalmente estadounidenses y de los caciques locales. En 1969, la RCA se convirtió en la primera transnacional en instalarse en Juárez. CITA DE CHARLES BOWDEN (página 48): Es posible que ya no haya suficiente energía barata disponible para el Estado tal como lo hemos conocido. Lo que vemos ahora en Juárez es una señal de ésto. Aquí, las corporaciones transnacionales, los nuevos e innovadores sustitutos de gobiernos e imperios, plantan cara al futuro creciente y violento sometiendo a los trabajadores para mantener las ganancias.
Puede considerarse el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) como un ataque frontal en Estados Unidos contra el sindicalismo y, aparejado, contra la clase media. A ello ha seguido la aprobación en muchos estados de las leyes right-to-work, que colocan en serio predicamento al movimiento laboral, de las que Donald Trump es adepto.
Charles Bowden y yo nos mantuvimos pendientes de las consecuencias del TLCAN, y cinco años después de que entró en vigor, millones de mexicanos se dieron a la tarea de emigrar de un país al que se consideraba exitoso por su inserción en el mundo globalizado, de hecho, the poster child of globalization. Documentamos tal migración masiva en Exodus / Éxodo, nuestro segundo libro, publicado en 2008, 10 años después del primero, de suerte que no puede disociarse un libro del otro. Esta gran migración evidencia, en parte, la pérdida de la milenaria diversidad del maíz, entre otras especies alimenticias originarias de México, y de cualquier esperanza del país para gozar de soberanía alimentaria.
Al mismo tiempo, Seattle, diciembre de 1999 se alzaba con un rechazo contundente a la globalización. De ésta manera entró en escena el movimiento globalifóbico. Inicialmente abanderado por la izquierda, al cabo de los años, la oposición al gobierno de facto de las transnacionales y los organismos multinacionales creados para impulsar el libre comercio fue secuestrada por el nacionalismo / supremacismo blanco, cuyo profeta es Donald Trump, abanderando principalmente un tramposo proteccionismo y el repudio a la migración. Habría que añadir la expansión de la eufemísticamente llamada extrema derecha por toda Europa, partidaria ferviente de la paradoja Trump.
El fracaso de la globalización ha traído inseguridad global, desigualdad y descontento. La migración documentada en Exodus / Éxodo, a pesar de ser mucho más numerosa que la actual, no provocó una reacción racial tan rabiosa, como sí lo hizo la elección de un presidente estadounidense afroamericano, que en sus campañas electorales se apoyó en una coalición multirracial y multigeneracional. “En 20 años, Rusia será el único país reconociblemente europeo”, es decir, blanco, ha dicho Ann Coulter, la ideologa antiinmigración.
Es necesario también dejar constancia del régimen de militarización atomizada de AMLO a través de la creación de la Guardia Nacional, utilizada en gran medida para impedir el tránsito en México de migrantes extranjeros, un episodio más de su sumisión a la política migratoria de Donald Trump, luego de, previo a su investidura presidencial, haber negociado con Estados Unidos el programa Remain in Mexico.
A causa de ésta alianza, el centro de la ciudad se ha cubanizado. Honduras, junto con Puerto Rico y Myanmar, es uno de los tres países más afectados del mundo por el cambio climático y ahora, en su migración al norte, sus desplazados se encuentran en Juárez, junto con guatemaltecos, salvadoreños, nicaragüenses, ecuatorianos, brasileños, africanos, rusos e iraquíes, entre otras nacionalidades. La corrupción y la violencia son causas expulsoras adicionales en Centroamérica.
Un muro que no existía en los noventa divide en el presente a El Paso y Ciudad Juárez, y la valla militar de la Guardia Nacional impide que los migrantes se acerquen a la frontera, sin embargo, el corte sistemático a la fluidez de relaciones de nuestra comunidad fronteriza comenzó antes, el 19 de septiembre de 1993 con la operación Border Blockade, llamada después Hold the Line, implementada a la par con la entrada en vigor del TLCAN. Y el supremacismo blanco alcanzó a nuestra comunidad binacional, que ha llorado la pérdida de 22 vidas, número que podría aumentar.
El epílogo de nuestro libro, To Be Like Them, firmado por Eduardo Galeano prefigura el efecto Greta Thunberg y el movimiento contra el calentamiento global, cuyo principal contrincante es el unilateralismo blandido por Trump, aunque el supremacismo blanco ya se apropia de parte del discurso medioambientalista. Aquí quizá el crédito sea para Melissa Harris, nuestra editora en Aperture. Me consta que Chuck admiraba la obra de Galeano y sé que él sugirió la inclusión de varios textos, no sabría decir cuáles, o si éste también. CITA DE GALEANO (página 122): Los promedios estadísticos muestran que un estadounidense consume tanto como cincuenta haitianos […] ¿Qué pasaría si los cincuenta haitianos de repente consumieran tanto como cincuenta estadounidenses?
Y vemos ahora cómo la hegemonía estadounidense enfrenta, a causa del divisionismo que la presidencia de Trump ha provocado, en su país y en el mundo, un reto existencial y su democracia se encuentra en entredicho. “El futuro de Oriente Próximo ya no se decide en Ginebra o en Nueva York. Se decide en Sochi o en Astana [capital de Kazajstán]”, dijo Heiko Maas, ministro alemán de relaciones exteriores, en la reciente Conferencia de Seguridad de Múnich.
Menciono enseguida la militarización que acabó por convertir a Ciudad Juárez en 2008, 2009, 2010 y extraoficialmente en 2011 en la ciudad más violenta del mundo. En esta etapa la ciudad sufrió un toque de queda no declarado. Fue el epicentro de la erróneamente llamada guerra contra las drogas de Felipe Calderón, y por tanto, de la violencia en México. En realidad una guerra contra los ciudadanos. Abordo este tema en mi próximo libro, cuyo título tentativo es Abecedario de Juárez, en colaboración con la artista Alice Leora Briggs.
Juárez: The Laboratory of our Future es un documento valioso para entender gran parte de esa violencia. De no haber sido publicado, habría parecido espontánea. De la limpieza social y el saqueo de la ciudad es responsable directo Calderón, y ello queda claro en nuestro tercer libro, Murder City, que documenta parte de los años más violentos y el papel de las fuerzas federales, el Ejército y la Policía Federal en la generación de tal violencia. Como escribió Chuck: No es una guerra contra las drogas, es una guerra por las drogas. Delitos que antes no se cometían en Juárez o eran marginales, como la quema de negocios, de casas, la extorsión, el secuestro, la desaparición forzada o las ejecuciones extrajudiciales se volvieron rutinarias y provocaron un nuevo éxodo fronterizo: 230 mil habitantes sufrieron desplazamiento forzado a causa de la militarización y la recesión en EE. UU. Radican en El Paso muchos juarenses o habitantes del valle de Juárez que lo perdieron todo y viven en el Mexilio. 118 mil casas, el 25 por ciento en la ciudad, se encontraban abandonadas; 10 mil negocios de todos los giros cerraron operaciones y se perdieron 300 mil empleos.
Calderón es el pionero que expandió las fronteras del crimen en México, con la aquiescencia tácita de los Estados Unidos. Sin embargo, la maquinaria propagandística del Estado culpa a El Chapo.
Un par de estudios realizados por académicos, el último publicado en enero del año en curso, no avalan el discurso de la guerra entre cárteles. La gran mayoría de los asesinados de 2008 a 2011 son juarenses por nacimiento o residían en la ciudad desde la infancia. No existe un número siquiera mencionable de sinaloenses. El grueso de los homicidios en Juárez los sufren personas pobres y se cometen en zonas de exclusión social.
En otras palabras, a pesar de la alternancia política ocurrida en estos años la realidad social que se retrata en Juárez: The Laboratory of our Future, persiste.
La clase política mexicana apostó por exportar mano de obra barata a través de la industria maquiladora y de la migración, y omitió invertir en desarrollo humano e investigación científica y tecnológica. En consecuencia, durante la actual guerra fría tecnológica entre China y Estados Unidos, a México sólo le queda el papel de espectador.
ACTUALIZACIÓN DEL 27 DE ABRIL: Ayer falleció el coach Guillermo ‘Memo’ García, director técnico del Club de Fútbol Soccer Fusion y última victima hospitalizada de la masacre de Walmart ocurrida en El Paso el 3 de agosto de 2019.